lunes, 18 de marzo de 2013

Día +277 Ojalá que NO llueva café

Casi un mes sin actualizar. ¡No tengo perdón! En mi defensa diré que he estado genial, así que... para decir "Día XXX, sin novedad", pues...

Nueve meses ya desde la intervención. Peso de hoy: 94,500 Kg. Como véis, sigo en la fase de adelgazamiento sin prisa, pero sin pausa. Sólo me quedan 14 Kg. para lograr el primer reto que me he impuesto, estar en 80 kilitos para el mes de junio. ¡No pierdo nada intentándolo! Salvo peso, claro...

Por contaros algo, os comento algo muy curioso que me he dado cuenta de que me pasa cuando hago algo que me encanta: tomar café.

Al contrario de lo que puede parecer, no soy excesivamente cafetera. Sí, me gusta tomar café en el desayuno para espabilarme, y a lo mejor otro a media mañana en el trabajo, cuando tengo turno de mañana. Si no, no suelo tomarlo. Y si un día me apetece tomar zumo de naranja en lugar de café para desayunar, no pasa nada, sigo rindiendo, aunque quizá bostece algo más que de costumbre. Además, desde la intervención tomo el café descafeinado, así que tampoco veo tanta diferencia.

Alguna vez sí que he tomado el café con cafeína, sobre todo en momentos en que necesitaba estar más despejada; por ejemplo, no sé, si tengo mucho sueño y tengo que conducir. Pero muy poco. Y sí que me he dado cuenta de que el café con cafeína me sienta peor. Pero bueno, eso tampoco es de extrañar.

Lo curioso es que el café me sienta mejor o peor según la marca o el formato.

Me explico. Yo tengo una cafetera de cápsulas en casa, y en el curro tenemos otra pero de una marca diferente, así que tengo dos clases de cápsulas. Las que tomo para casa no me dan ningún problema, sea cual sea la variedad (Aunque siempre sean descafeinados). En cambio, las cápsulas de la cafetera del trabajo, salvo una marca concreta, me sientan como una patada.

Y por la misma regla de tres, el café soluble, incluso con cafeína, me sienta bien; sin embargo, aún no he encontrado una cafetería en la que hagan un descafeinado de máquina que no me reviente el estómago.

Reconoced que lo de las cápsulas es curioso. Pero en fin, al menos tengo suerte de que en casa puedo tomar café del que me va bien. Para el resto del día... eh, una buena infusión también está muy bien. Incluso puedo calentarme el agua con la cafetera del trabajo, y tengo por ahi cápsulas de manzanilla, menta poleo, té con limón... que no me dan problemas, para cuando me quedo sin mi infusión del buen humor.

Así que nada, mejor que no llueva café. Y si llueve... ¡¡mejor que sea del de la marca que tengo en casa!!

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