miércoles, 15 de agosto de 2012

Día +62: Balance del segundo mes.

Sí, sé que esta entrada debía publicarla el día 14, léase ayer. Pero hasta esta tarde la conexión a Internet me ha estado vacilando y no me ha dejado entrar. Sorry.

Mi peso de hace... eh... cinco minutos: 112,800 Kg. -16 Kilos.

Veamos... ¿Qué ha cambiado en este segundo mes? A bote pronto, la dieta. Ahora ya como sólidos, aunque blanditos. Aún no me atrevo con cosas como un filete, pero sí con patatas hervidas, tortillas, pescado hervido... Ayer, sin ir más lejos, como a mi marido y mi cuñado se les antojó pizza para cenar, ya que fui al súper compré unas hamburguesas de pescado (merluza y salmón, creo que llevan), y ésa ha sido mi comida de hoy, mientras los chicos comían filetes de cerdo y ensalada de patatas alemana (se están aprovechando de que detesto esa ensalada, y últimamente se están poniendo ciegos). 

Por fortuna, no he vomitado en este mes ni la mitad que en el anterior. He tenido mis malos ratos, por supuesto. Cuando me hicieron pasar a la dieta blanda, estaba aterrada, después de mi experiencia con los purés. Pero no ha sido tan malo, la verdad. Supongo que también ha influido el que ya tengo una idea de cuáles son mis límites y que procuro no sobrepasarlos. ¡La experiencia del mes pasado me ha servido de algo!

Como el mes pasado, lo resumo en una palabra: Mejor. No bien del todo, pero mejor. Los días más malos han quedado definitivamente atrás, aunque aún no puedo bajar la guardia. Ni la bajaré hasta que pueda cumplir uno de mis sueños desde que me operé: Volver a catar el sushi ;)

Ah, y ya me puedo beber medio vaso de agua de golpe, si no he comido nada antes. ¡Y creedme, en plena ola de calor, con 40 grados a la sombra, es lo mejor que me podría pasar!


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