A partir de hoy puedo empezar a tomar purés, aunque bastante licuados. Verduras, un poco de carne... también yogures desnatados, no había tomado ninguno hasta ahora, y la verdad es que empiezan a apetecer. Y lo que es más importante, al menos para mí: ¡Puedo tomar queso fresco! Eso sí, desnatado, pero lo echaba taaaanto de menos... ¡No veo la hora de ir a comprarlo!
Tenía muchas ganas de empezar a cambiar de dieta, la verdad. Estaba bastante harta de tanto dulce, y un puré salado es lo que más me apetece ahora. Me considero una persona golosa, pero todo tiene un límite, y dos semanas casi a base de dulce empalagan a cualquiera.
La noticia no tan buena es que tengo que empezar a tomar vitaminas; de momento, dos comprimidos diarios. Como si no tomara suficiente medicación. En fin, es por mi bien, supongo. Además, confío en poder empezar a reducir el resto de comprimidos dentro de poco.
No he bajado de peso en estos 4 días, sigo en 120 kilos. Supongo que me emocioné cuando empecé tan rápido, ahora tengo que tener paciencia. Tengo meses y meses para perder peso, ¿para qué correr? Estas cosas, despacito y bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario