miércoles, 20 de junio de 2012

Día +6: todo el mundo quiere darme de comer

Día de reposo. Ya tocaba, reconozco que no estoy tomándome al pie de la letra lo de la convalecencia. Sigo un poco molesta con las grapas del abdomen (me las quitan mañana, con suerte). Tengo que darme aceite de rosa mosqueta por el vientre, porque además me han salido heriditas y ampollas del esparadrapo. Mira que he tenido cuidado, pero...

Por lo menos las molestias de la flebitis que tenía en la mano izquierda van remitiendo. Sabía que las flebitis eran dolorosas, pero no tanto. la próxima vez que un paciente me diga que le duele la vía, recordaré mi pobre mano casi inmovilizada.

Como hoy no tengo demasiado que contar, aprovecho el espacio y el tiempo libre para reflexionar. Ayer, mientras mi marido me llevaba en coche al hospital para entregar el parte de baja, iba en mi mundo cuando, por aburrimiento, me puse a contar todos los anuncios de comida, bebida, restaurantes, etc. que vi en el camino. y me quedé de piedra: Conté 22 diferentes.

Inciso: Vivo sólo a 5 Kilómetros del hospital en el que trabajo. Eso nos deja unos 4,5 anuncios por kilómetro, o lo que es lo mismo, un anuncio cada poco más de 200 metros. Toma ya.

Este es uno de los motivos por los que hay que pensarse muy mucho lo que se va a hacer, y una de las grandes ventajas de que este proceso sea tan largo. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y mucha seguridad en lo que se está haciendo para soportar ese bombardeo publicitario. Yo no sé si volveré a comerme una hamburguesa alguna vez (probablemente, una entera no) o un trozo de pizza, y no ayuda si nada más salir a la calle ves anuncios de hamburgueserías, pizzarías, restaurantes, etc con sus enoooormes fotos de platos deliciosos. Y en la tele, ni os cuento. Otro día que me aburra contaré cuántos anuncios de helados están pasando ahora que llega el calor. os juro que, si a algún día me encuentro a Iniesta por la calle, le meto un helado por salva sea la parte. Palabra.

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